Marina H.

Si me preguntas, te diré que no lo sé.  ¿O es que acaso tú sí sabes cómo eres?

Sin embargo, voy a intentarlo, con el diccionario en la mano, buscando las palabras que más se me parezcan. Quizá la primera sea veleta, porque cada plan y decisión que tomo da cien vueltas antes de tomar forma. Píntame de amarillo, como la luz de una Barcelona que me tiene fascinada y súbeme a la cima de la montaña más alta, desde donde se vea el mundo infinito y desde donde pueda conocer los lugares que aún no he sentido en la piel.  Dame música, y entonces me bamboleo al son del viento. O mejor: tómame en tus manos y conviérteme con tus polvos de mago en la mariposa efímera que lo vive todo intensamente antes de dejarse ir a la deriva. Llévame a las playas del sur a ver estrellas que brillan como luciérnagas  y te prometo contarlas todas, sin dejarme una, ávida de llegar más allá de lo visible. Te leeré mis relatos favoritos, te hablaré de las cosas que aún no he visto pero que puedo recordar porque otros lo hicieron antes que yo. Bañémonos en el mar, que nos lleve la corriente hasta el fondo del océano, descubramos la Atlántida y los reinos olvidados. Hagamos fuego en la oscuridad y si te cojo de la mano no te sueltes. Tengo el carácter de los nómadas y las princesas del desierto.

Para qué deciros más. Ah sí, se me olvidaba, hay algo que sí soy, y es precisamente lo que me trae hoy aquí: me llamo Marina y soy contadora de historias.

Bienvenidos y adelante.

También escribo en heyheyworld.com